Uso de micorrizas, alcorques y protectores
El suelo es una estructura viva que tarda cientos de años en desarrollarse. Creemos, por tanto, que no es necesario hacer un gran agujero y destruir la estructura del suelo para plantar árboles y arbustos, con un pequeño cepellón y apenas 25 cm de altura.
Abrimos con un escardillo o azada un pequeño agujero, lo suficientemente profundo para que quepa el cepellón de la planta, añadimos un litro de agua y 20-30 gramos de polvo de micorrizas. A continuación, colocamos en el agujero el cepellón y lo cubrimos con tierra, compactándola bien para eliminar las bolsas de aire que hayan podido quedar y volvemos a regar. Después hacemos un alcorque en forma de media luna para que pueda almacenar el agua de lluvia que escurre por la ladera y también para que durante el verano pueda acoger 15-20 litros de agua en cada uno de los riegos que se le dan durante los dos o tres primeros años.
Siempre esperamos a las lluvias de otoño para comenzar las repoblaciones, pero con la sequía que dura ya varios años las precipitaciones son poco abundantes y el suelo no tiene la suficiente humedad para asegurar la supervivencia de la planta. Por ello, desde hace tres temporadas, siempre regamos las plantas con varios litros de agua tras su plantación garantizando así la humedad necesaria en caso de precipitaciones escasas.
Para evitar la excesiva pérdida de agua por evaporación, cubrimos el alcorque con restos de madera o maleza (acolchado) y también añadimos estiércol de caballo para aumentar la fertilidad del suelo, en algunos casos muy pobre.
Y para impedir que las plantas sean comidas por conejos o liebres colocamos un protector biodegradable, perforado, de 60 cm de altura de Fortetub.
En Pinos Genil, la población de cabras montesas es muy elevada y llegan hasta la zona donde hemos repoblado, dañando gravemente los pequeños árboles. Por ello, tras la plantación colocamos una malla electrosoldada, sujeta con gavillas de hierro al suelo alrededor de las plantas, con un diámetro de entre 30 – 40 cm y una altura de 1-1.5 metros.
En primavera es necesario hacer un mantenimiento de las plantaciones, reconstruyendo los alcorques que han podido quedar cegados o destruidos por el agua de lluvia o los animales, quitar las plantas competidoras del interior de los alcorques, retirar los protectores de las plantas secas y recolocarlos en aquellas plantas cuyos protectores han desaparecido o han sido dañados, añadir más acolchado o estiércol a las plantas, revisar el sistema de riego por goteo para que funcione correctamente en verano, etc.