El lunes 4 de marzo fuimos a inspeccionar la zona repoblada en Pinos Genil y a buscar dos bandejas de alvéolos que se habían quedado en el monte olvidadas.
Lo que vimos fue descorazonador. En algunas zonas habían escarbado y removido la tierra y los plantones de encina estaban fuera y secos, otros los habían arrancado sin remover la tierra. Quiero pensar que fueron perros, porque no creo que nadie se dedique a destruir el trabajo realizado con tanto esfuerzo por otros. Finalmente, debido a las altas temperaturas de la semana pasada, algunas encinas, las más expuestas al sol, estaban casi secas.
Afortunadamente también había encinas que no habían sufrido daños y estaban muy verdes. Los almeces, al no tener aún hojas, parece que no han sufrido daños.
Volví a sembrar los plantones que estaban fuera, pero la tierra estaba muy seca y apenas llevaba agua, así que me temo que se hayan secado totalmente.
Mientras escribo está lloviendo y espero que el agua caída haga revivir a las plantas que estaban medio secas.
